Bordeando el lago Hopfen

Le sigue otro pueblo, Hopferau, con inmaculada iglesia parroquial y cúpula bulbosa. La tarde invita al paseo, al pedaleo informal sin prisa. No tenemos prisa, sin embargo, hay que llegar a un sitio para terminar la jornada, el pedaleo se impone formal y solo bordeando el lago Hopfen nos invitamos a una pausa para disfrutar del paisaje urbano y lacustre del balneario. Al dejar atrás el lago, el camino se nos presenta lineal y lleno de ciclistas que van y vienen. Un cartel anuncia que entramos en la ciudad de Füssen. En realidad entramos al municipio, Ostallgäu. No hay señas aún de la ciudad. Una mole montañosa irguiéndose delante de nosotros, como un gigante negro de músculos azulados. Entre sus músculos, colgado, el castillo de Neuschwanstein. ©cAc weg2011