Aquí las vacas son reinas en estos potreros meticulosamente trabajados. Die faire Milch. Y me entra un deseo enorme de tomarme una taza de leche caliente con café. Sólo dos personas en este mundo eran capaces de colmarme con un excelente café con leche mañanero, mi madre y mi tía Noemí. A un costado de la granja, un viejo carromato me transporta la Baviera de hace cien años. El camino se estrecha y contornea una colina que baja hasta un lago. Vacas y caballos pastando. Cercas y verde. Verde tocado de florecillas malvas y otras amarillas que como manchas se extienden a cada lado del sendero. Entre el lago y el sendero, el camino de hierro. Al fondo, suaves colinas pintadas de un verde profundo. En una y otra dirección, excursionistas que marchan bastón en mano…©cAc weg2011
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