La contraventana es un aditamento exterior que se le incorpora a una ventana, que la protegerá de la intemperie, pero que tiene como función evitar la entrada de luz y del calor exterior, lo que permite que la pieza al quedar medio en penumbra, mantenga una temperatura agradable. Tiene función parecida a la persiana. En Cuba no se usan las contraventanas, y lo más parecido, por su función, son los postigos, sólo que éstos se abren hacia el interior de la pieza y no cubren toda la ventana. Estoy acostumbrado a la nobleza de la contraventana. Me sirvo de ellas en mi apartamento de Paris, y me son esenciales en mi “refugio” provenzal. La contraventana ha evolucionado y pueden encontrarse de diferentes materiales y formas, con mecanismos manuales y eléctricos. Yo prefiero las de bisagra, con persianillas incorporadas, las más extendidas en el hexágono, aunque proliferan cada vez más las contraventanas de madera sin persianas, un panel de madera sin aberturas. Y se preguntarán a qué viene toda esta historia de contraventanas haciendo bicicleta en Baviera. Nada más y nada menos por la cantidad de contraventanas que aprecié en la región alemana. Las contraventanas de Baviera son hermosísimas, de tipo panel entero, a veces con persianas otras aberturas trabajadas, y lo que hace la diferencia es la profusión de colores y la decoración de las mismas. Esta es la razón por la que me detuve tantas veces en el camino, para apreciar las contraventanas de Baviera y que les mostraré a lo largo del periplo de lago a lago… ©cAc weg2011