El pedaleo de Lindau a Sigmarszell, siempre paralelo a la frontera austriaca, nos ocupó todo el fin de la mañana antes del mediodía. Once kilómetros de pinares, el sendero zigzagueante y el río murmurando a la derecha. Las granjas se suceden y los campos de laboreo parecen pintados a la mano. Elie repara en la cantidad de tractores. Yo reparo en el uso de la energía solar. Los granjeros han incorporado a los techos de sus casas paneles solares. Pudiera parecer poco estético el azul negro de los paneles solares cubriendo el rojo de los tejados, pero captar la luz solar para generar electricidad o utilizarla para uso doméstico es un paso de avance en este mundo de derroche y desigualdades. Bravo por el buen sentido ecológico de los alemanes! ©cAc weg2011
Bodensee – Königssee / Radweg
Lo de hacer los Alpes austriacos en bicicleta puede parecer una locura, y creo que lo es ciertamente. En el momento en que se dijo, acabábamos de finalizar el camino a Santiago de Compostela, el cansancio reinaba en nosotros, y la idea surgió seguramente de la animosidad que trae consigo finalizar un buen vino sentados en la plaza de Muros de Nalón, viendo un memorable crepúsculo asturiano. Lo de hacer el radweg que serpentea la Baviera desde el lago Constanza hasta el lago Königssee, en las proximidades de Austria, fue una acertadísima idea que nos permitió saciarnos de un paisaje extremadamente hermoso. Bosques, prados, granjas, animales, puro verde, y pueblitos y pueblos y ciudades, verdadero recorrido arquitectónico por el sur de Alemania, con la cadena alpina de fondo.
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