Reichenhaller / Burgenweg

Praderas invadidas por ejércitos de cuervos se fueron abriendo a nuestro paso mientras el camino, dejado atrás Bad, comenzó a enroscarse entre colinas boscosas y granjas agrícolas meticulosamente cuidadas. Alzándose como un horizonte rocoso, el macizo hacia el cual pedaleábamos y al cual estaba previsto llegar al final de la tarde. Los rivereños son caminadores, y no es raro encontrar ancianos haciendo marcha o paseándose por los senderos. Desde la altura descubrimos otras granjas, agujas y campanarios de iglesias y rojizos techos de ayuntamientos. Pedaleamos por un eje de caminos que no solo llevan al lago Königs, sino también siguen la traza de Mozart, llevan a Salzburgo, llevan a todas partes. Alemania, y mucho Baviera, son ricos en Radweg y senderos para los ciclistas. Como también es ferviente tierra atada a su religión. Cristo aparece por doquier, guarecido en capillas o a la vera de los caminos, siempre crucificado, culpabilizando a los pasantes de pasar sin socorrerlo. Cristo, y también la Virgen, y a veces una profusión de santos, contentos de los cirios que llevan los lugareños, o de los geranios y otras flores que les ofrecen… Con respecto a las montañas de fondo, las casas parecen salidas de los cuentos de Gulliver. ©cAc weg2011