Finalmente llegamos a Nesselwang. Región de ganado vacuno y por supuesto buenos productos lácteos. Bifurcaciones en el camino. Las obras en forja anunciando hospederías y cafés. Soles sonrientes, coronas doradas y jarras espumeando cerveza. El edificio religioso es grandioso. St Andreas tiene talla catedralicia. Una construcción neo barroca de principios del XX. Interior barroco. El sol da latigazos y las campanas anuncian las once de la mañana. Geranios y contraventanas disputándose el colorido de los inmuebles. Rodamos por la calle principal de la villa y apenas entrados en un camino secundario, comienzan a sucederse las granjas rodeadas de pinos, con sus bonitas viviendas y las montañas de fondo. ©cAc weg2011
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