La chiva de Oberdolden

Al término de Hertingen aparece Oberdolden. Una chiva berrea y dos gatos juegan a atraparse. Al final la ternura es más fuerte que el juego. Se abrazan, se besan, uno queda a la sombra de un cerezo, el otro regresa a su escondite, en el subsuelo de un granero. El cielo se dota de un ejército de nubarrones listos a mojar los campos. Nos detenemos en Schweinegg para la pausa “almuerzo”. Azul, vetas de blanco y ahora un gris amenazante. El cielo, por bien o mal, siempre amenaza. Una familia de bicicleteros hace el camino en dirección contraria a la nuestra. Se bajan de la bicicleta para subir la cuesta que para nosotros fue bajada. Allá, a lo lejos, hacia donde vamos, donde el paisaje colinero y de montes, la lluvia cae como telón de fondo. ©cAc weg2011